Las cubetas retenedoras de polietileno son soluciones esenciales para garantizar la seguridad en el almacenamiento de productos líquidos, especialmente cuando se manipulan sustancias peligrosas, contaminantes o inflamables. Estas cubetas, también conocidas como bandejas o bandejas de contención, son fundamentales para evitar derrames y minimizar el impacto ambiental en instalaciones industriales, laboratorios, talleres y almacenes logísticos.
¿Qué son las cubetas retenedoras de polietileno?
Se trata de recipientes fabricados principalmente en polietileno de alta densidad (HDPE), un material termoplástico altamente resistente a la corrosión química, a los impactos mecánicos y a los rayos UV. Su diseño está pensado para contener fugas accidentales de líquidos que se puedan producir durante el almacenamiento o trasvase de productos en bidones, garrafas o envases.
Ventajas del polietileno en estas aplicaciones
Resistencia química superior frente a ácidos, bases, aceites y disolventes.
Peso ligero, lo que facilita su transporte y manejo.
Durabilidad y resistencia al impacto incluso en entornos industriales exigentes.
Impermeabilidad y nula absorción de líquidos.
Fácil limpieza, ideal para su reutilización.
Usos frecuentes
Las cubetas retenedoras de polietileno se utilizan en:
Almacenamiento de bidones y garrafas en estanterías o sobre palets.
Sistemas de retención secundaria en laboratorios y plantas de producción.
Zonas de trasvase o dispensado de productos líquidos.
Espacios de carga y descarga donde existe riesgo de derrame.
Normativas que regulan su uso
El uso de cubetas retenedoras forma parte de las medidas de prevención de riesgos ambientales y laborales, y está regulado por diferentes normativas:
ADR: acuerdo europeo sobre transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera.
REACH: regulación de la Unión Europea sobre productos químicos.
ISO 14001: sistemas de gestión ambiental.
Legislaciones locales sobre almacenamiento de sustancias peligrosas.
En muchos casos, se exige que las cubetas tengan una capacidad de retención mínima del 110% del volumen del recipiente mayor almacenado.
Tipos y configuraciones
Existen diversos modelos adaptados a las necesidades específicas de cada industria:
Cubetas planas de pequeño formato para garrafas.
Cubetas grandes con rejilla para depósitos de hasta 1.000 litros.
Modelos encajables o apilables, que facilitan el almacenamiento cuando están vacíos.
Cubetas sobre ruedas para zonas de carga móvil.
Conclusión
Contar con cubetas retenedoras de polietileno no solo ayuda a cumplir con la legislación vigente, sino que protege a los trabajadores, evita daños medioambientales y mejora la gestión de productos líquidos en cualquier entorno profesional. Su versatilidad, resistencia y facilidad de uso las convierten en una herramienta indispensable para una logística más segura y eficiente.